No se puede optimizar todo a la vez Ese es el error. La productividad, la salud, el crecimiento, ninguno de ellos escala linealmente. Exigen ciclos, no simultaneidad. - Trabajo: Empuja fuerte. Largas horas. Enfoque completo. Sin distracciones. Ese es el contrato que haces contigo mismo. - Recuperación: Aléjate. No solo físicamente, cognitivamente. No somos máquinas. No nos regeneramos haciendo más. Agudizamos descansando. La mente necesita espacio. El aburrimiento no es el enemigo, a menudo es la puerta de entrada a la creatividad. El agotamiento mata la claridad. Y el exceso de trabajo, irónicamente, te ralentiza. El trabajo real requiere una recuperación real. Ambos son parte del mismo ciclo. La verdadera ventaja es saber cuándo detenerse. La falta de sueño, deporte, buena nutrición o interacciones sociales son perjudiciales para su cuerpo y mente. El tiempo es el activo más raro que tenemos. ¡Cuídate!