Dado que la privacidad ha sido un tema recientemente, y he estado en ambos lados de esto, permítanme compartir algo sobre "La paradoja de la privacidad" donde la conveniencia siempre gana. Cada pocos meses, Internet redescubre la "privacidad". Nuevas violaciones de datos llegan a los titulares, los gobiernos impulsan nuevos proyectos de ley y el cripto Twitter declara que la privacidad es un derecho humano. Y, sin embargo, nada cambia. Seguimos usando las mismas aplicaciones, tocando las mismas tarjetas y aceptando las mismas cookies. La verdad es simple: las personas se preocupan por la privacidad solo hasta que les cuesta comodidad. Todos dicen que se preocupan por la privacidad. Quiero decir, muchas encuestas suenan tranquilizadoras. Por ejemplo: - Según Pew Research, el 71% de los estadounidenses dicen que están preocupados por la recopilación de datos. - En Asia, el 68% de los usuarios afirman estar "algo o muy" preocupados. - En Singapur, el 77% menciona la privacidad como una de las principales preocupaciones cuando se trata de marcas en línea. Pero las acciones cuentan una historia diferente. Usamos Gmail a pesar de las preocupaciones de privacidad, guardamos automáticamente nuestras tarjetas para el pago con un solo clic e intercambiamos nuestros datos de comportamiento por descuentos o velocidad. Decimos que nos importa, hasta que aparece la fricción. La comodidad de la comodidad. Los pagos exponen mejor esta paradoja. Cada transacción @Visa, @Mastercard o @AmericanExpress deja un rastro digital: dónde compraste, cuánto gastaste, incluso el tipo de comerciante. Esos datos fluyen a través de bancos, procesadores y empresas de análisis. Y aún así, los pagos con tarjeta dominan, no porque sean privados, sino porque son sencillos. Para la mayoría de los usuarios minoristas, la conveniencia se siente como valor....