Los reguladores obligan a las aseguradoras a mantener lo que llaman "activos libres de riesgo". Bonos del Tesoro, bonos corporativos, los sospechosos habituales. Esa frase, "libre de riesgo", es oro cómico de Wall Street. Estos son activos garantizados para perder poder adquisitivo cada año. Rinden por debajo de la inflación, se devalúan en términos reales, y aun así los reguladores siguen llamando a eso solvencia. Es como si te obligaran a almacenar tu suministro de alimentos de emergencia en un refrigerador que se incendia lentamente. La fortaleza de capital de la que presumen es una erosión garantizada.