Los alimentos y bebidas enlatados te exponen a productos químicos disruptores endocrinos como el BPA a niveles dramáticamente más altos que las alternativas no enlatadas. Esto ocurre porque el revestimiento de plástico en las latas de aluminio filtra BPA directamente en tus alimentos y bebidas. Un estudio encontró que consumir una sola porción de sopa enlatada diariamente durante solo 5 días aumentó los niveles de BPA en la orina en más del 1,000% (pasando de 1.1 µg/L a 20.8 µg/L). La clave aquí es la conciencia: minimizar el consumo de alimentos y bebidas enlatados puede reducir drásticamente la exposición al BPA y proteger la salud hormonal.