A medida que Estados Unidos apuntala a los "campeones" industriales y las brutales rivalidades internas de China se derraman en un "exceso de capacidad" global, los viejos lentes para leer las economías de los demás se difuminan. Washington coquetea con el capitalismo respaldado por el estado; Beijing aprovecha el socialismo impulsado por el mercado. Hoy en día, Occidente tiende a tratar a los "mercados libres" como las Escrituras, colocando a Adam Smith al lado de Newton y Locke, como si fuera una ley inmutable. Pero la historia muestra que la economía no es ni física ni filosofía moral; es una herramienta. Mientras Occidente estudia la mano invisible, Oriente la dobla, dirigiendo los mercados hacia objetivos políticos en lugar de confiar en que producirán el mejor resultado. Creo en el valor del libre comercio, pero también quiero ganar. La política industrial, particularmente en sectores críticos, no se basa en la ideología sino en una estrategia pragmática que vive en el gris. deberíamos saberlo bien; Estados Unidos una vez le hizo a Gran Bretaña lo que China ahora nos hace a nosotros Controvertido: El tecno-capital se acelera hacia un sistema "ideal" para el progreso, haciendo que las economías de Estados Unidos y China se parezcan. En el "fin de la historia", la división no son los sistemas sino los valores.