Para Masayoshi Son, fundador y CEO de SoftBank, las ganancias y costos a corto plazo eran insignificantes. Desde su perspectiva, solo importaba el futuro. En su búsqueda incesante de adquisiciones, gastaría miles de millones adquiriendo cientos de empresas en diversas industrias, a menudo pagando en exceso cuando veía algún potencial. En 2000, esta estrategia lo convertiría en el hombre más rico del mundo —impulsado por la valoración inflada de sus acciones durante la burbuja de las puntocom— durante tres días, tras los cuales perdería el 98% de su patrimonio neto. ¿Qué tan sólida era esta estrategia y fueron realmente las apuestas que hizo algo que valiera la pena? Lee la primera parte de la historia de Son, del libro "Gambling Man" de Lionel Barber, aquí: