La participación en la Sala Tatami me ha dejado impresionado. En solo 4 días: – 61 notas escritas llenas de reflexión, historia y emoción – Más de 350 comentarios y pensamientos compartidos no esperaba tanta actividad. Pero una cosa ha quedado clara: La gente necesita un lugar al que regresar. Un lugar para escuchar. Para escribir. Para ser recordado. El Tatami se está convirtiendo en ese lugar.