Lo que falta en esta conversación de SNAP no es la emoción, eso es lo que impulsa los comentarios de la gente "¿qué, una persona pobre no puede comer dulces?". Este no es un argumento emocional. Es la codicia subyacente que impulsa los artículos impulsados en SNAP y EBT: refrescos, dulces, comida rápida, etc. Estamos preparando a las personas para una vida de enfermedades crónicas.