Se supone que el Departamento de Justicia debe perseguir a los delincuentes reales por delitos reales, no a las personas en una lista mantenida por el presidente. Trump tuvo que despedir a un fiscal de carrera solo para que su ex abogado personal hiciera su trabajo sucio y presentara estos cargos falsos. Este es un camino peligroso por el que nos está llevando este presidente. Los republicanos en el Congreso y en la Administración deben considerar si son leales a nuestra Constitución o a un hombre.