No se equivoquen: el asesinato de Charlie Kirk fue un asesinato político. Charlie iba a ser presidente algún día. Todos podíamos verlo. Todo el mundo lo sabía. Charlie Kirk fue asesinado porque estaba ganando. Estaba cambiando una generación. Dirigir a los jóvenes hacia la verdad, la fe y el país. Eso lo hizo imparable y eso lo convirtió en un objetivo del mal. Para honrarlo, debemos continuar con su misión: derrotar el mal que consume nuestra cultura con la verdad.