El estado de Nevada está perdiendo 140 millones de dólares por semana debido al cierre. Mientras tanto, los demócratas están viendo caer sus números en las encuestas, los medios liberales volviéndose en su contra, e incluso sus propios votantes exigiendo que esto llegue a su fin. Es hora de que su partido ponga a los estadounidenses que están perdiendo sus cheques de pago por encima de su odio descontrolado hacia el presidente Trump.