La mala situación económica de Alemania se debe a unas exportaciones netas extremadamente débiles (púrpura). El estímulo fiscal y la acumulación de deuda solo empeoran la situación, no la mejoran. La verdadera solución es hacer que el Euro, que está masivamente sobrevalorado, baje, logrando que el BCE reconozca un creciente riesgo de deflación en la zona euro.