La razón por la que he tenido éxito mientras que muchos otros no lo han tenido es simple: no tengo miedo. Tienes demasiado miedo, miedo a ser juzgado por extraños en línea, miedo a ser auténtico, miedo a parecer tonto o a ser malinterpretado. Pero en un mundo donde todos pretenden ser iguales y se conforman a algún estándar absurdo, la autenticidad es el código de trampa definitivo.