Si mueres, ¿muere tu Bitcoin contigo? Piénsalo. No hay un botón de "olvidé mi contraseña". Sin atención al cliente. Sin correo electrónico de recuperación. Ese es el punto. Tus claves, tus monedas. Pero aquí está la verdad: Si mueres sin un plan... tu Bitcoin muere contigo.

Un día te das cuenta. La vida puede serte arrebatada en cualquier momento. Y te das cuenta de que no solo está en juego tu vida. También está en juego el futuro de tu familia. Llámalo una crisis de la mediana edad. O una crisis de un cuarto de vida. Sea lo que sea, me despertó. Empecé a notar cuántos Bitcoiners tienen guardaespaldas… o historias peores de personas que son secuestradas solo por poseer Bitcoin. No soy un millonario de Bitcoin. Pero me hizo pensar: Si algo me pasara… ¿qué pasaría con mi Bitcoin?

¿Desaparece para siempre? ¿Se convierte en otra fortuna perdida de la era digital? ¿O tengo un plan? Ahí fue cuando aprendí algo de lo que nadie habla lo suficiente: La autocustodia no se trata solo de mantener segura tu frase semilla. Se trata de lo que sucede después de que te hayas ido. ¿Quién puede acceder a ello? ¿Quién sabe siquiera que existe? ¿Y cómo lo hacen sin bancos, abogados o permiso? Así que empecé a investigar. Intentando averiguar cómo funciona esto en la vida real. ¿Cómo accedería mi familia? ¿Cómo se puede transmitir Bitcoin sin entregar tus claves mientras estás vivo?