Tengo un seguro de salud y pago intencionadamente todo de mi bolsillo. Como resultado, termino pagando un 80% menos por el mismo servicio, sin esperas, sin complicaciones, y puedo ir a donde quiera sin necesidad de ser referido de un médico a otro. Si estás sano y solo vas al médico para chequeos de rutina, el seguro de salud es un lío inflado.