El crecimiento de la oferta de oro no se limita a lo que se está extrayendo. Lo que más importa es la oferta que los poseedores existentes quieren vender. En este momento, la mayor parte del oro existente no está a la venta. Pero una vez que los poseedores decidan que quieren salir, la oferta explota. Sin un aumento en la demanda, el precio colapsa.