En última instancia, todo se reduce a la naturaleza humana. En mi opinión, el mayor riesgo que enfrentamos son nuestras propias tendencias egoístas y mutuamente destructivas. Si somos capaces de superarlas y encontrar compromisos, podemos evitar los peores resultados posibles. Pero para lograrlo, necesitamos dejar de pelear entre nosotros y alinearnos en políticas que mejoren las condiciones para todos.