Esta es una investigación excelente: dado el acceso físico, SGX puede ser completamente vulnerado, y las mismas debilidades se aplican a TDX y SEV‑SNP. Crucialmente, los proveedores excluyen explícitamente estos vectores de amenaza de sus modelos de amenaza. Saben que estos riesgos existen, pero los ignoran sistemáticamente en la práctica. En consecuencia, usar TEEs para construir sistemas "sin confianza" es simplemente una ilusión. Estas tecnologías exigen una confianza fuerte y (irrealista) en el entorno físico y en el equipo operativo. Los resultados son importantes pero no sorprendentes. Mi mayor preocupación es la larga cola de ataques de software que seguirán comprometiendo las generaciones de TEE en el futuro. La falla subyacente es aspiracional: esperar alta seguridad con cero impacto en el rendimiento, una ecuación que amplía la superficie de ataque y simplemente no se sostiene.