Hoy ocurrió un milagro. Copié mi dirección de intercambio, la pegué en mi billetera sin verificar y presioné enviar. Los tokens nunca llegaron. Luego pensé que había enviado por error a la dirección del contrato. Después supe que se envió a otra dirección. El propietario se puso en contacto conmigo, envié la tarifa de gas y él me devolvió mis tokens. La fe en la humanidad ha sido restaurada.