El ex Fiscal General John Mitchell hizo esta amenaza burda al reportero del Washington Post, Carl Bernstein, sobre su investigación que vinculaba directamente el robo de Watergate a la Casa Blanca. El mensaje era claro: dejen de publicar o destruiremos a ella y a su periódico. La Administración Nixon intentó atacar las licencias de televisión del Post e incluso lanzó una investigación del IRS. El precio de las acciones del Washington Post cayó drásticamente y a Katharine incluso la amenazaron con prisión. Ella nunca titubeó. Siguió publicando, defendiendo el principio de ella y su padre de que los periódicos existen para decir la verdad.
423