El problema con la privacidad en criptografía es que abordar solo una capa deja expuesto a todo el sistema. Por ejemplo, una empresa puede usar un protocolo consciente de la privacidad, pero aún procesar pagos a través de un secuenciador que puede censurar o rastrear transacciones. Incluso si la billetera oculta la identidad, las aplicaciones pueden filtrar patrones de uso o ingresos. Cada eslabón débil de la pila socava la promesa de privacidad porque una fuga en cualquier etapa es permanente. La solución requiere una integración perfecta entre las capas de protocolo, red, billetera y aplicación. El protocolo que domine todos ellos definirá el futuro de la privacidad.